Àngels Barceló: "Un espectáculo que lamentablemente quedará para la posteridad"
Les saludamos a esta hora desde el Congreso de los Diputados, donde a las nueve empieza la segunda jornada del debate de investidura que debe concluir con la votación del candidato Alberto Núñez Feijóo. La de ayer fue una jornada intensa y confusa. Intensa por el nivel de ruido que, en ocasiones, se instaló en la Cámara, confusa, porque en algunos de los pasajes de la sesión, más parecía una moción de censura que una investidura.
Y es que el candidato Feijóo nunca lo tuvo claro, planteó su intervención, no como la de alguien con un proyecto para gobernar el país, sino como una moción de censura a un Gobierno en funciones, a un futuro gobierno y a un candidato que ni siquiera tiene todavía el encargo de formar el Ejecutivo. Todo muy extraño, tanto que al propio Feijóo se le escapó en alguna ocasión lo de moción de censura. Y claro, el PSOE contraatacó y lo hizo sacando al estrado a un diputado que no tiene pelos en la lengua, Óscar Puente, y se dedicó a cantarle a Feijóo las verdades del barquero.
Porque si el líder del partido Popular pivotó su discurso en tres ejes, la amnistía, que él ya sitúa fuera de la Constitución, su victoria en las elecciones, que no se corresponde con su mayoría parlamentaria, y el rechazo voluntario de los votos de los independentistas, obviando que son incompatibles con los de Vox. Óscar Puente le puso frente al espejo, frente a la realidad. Con un tono discutible, sí, pero es el suyo que, por cierto, rebajó en su segunda intervención y descolocando al PP, también, que no se lo esperaba y respondió con la bancada puesta en pie al grito de 'cobarde' contra Pedro Sánchez. Un espectáculo que lamentablemente también quedará para la posteridad.
El resto de lo que dijo Feijóo, falsedades económicas, vaguedades programáticas y el abrazo a algunas de las iniciativas del escudo social impulsadas por un gobierno progresista. El 'sanchismo' aquí, parecía menos 'sanchismo'.
Feijóo hizo un discurso para los suyos, y en este
Ànegls Barceló: "Si Feijóo no consigue los votos, no es que haya renunciado, es que ha sido incapaz"
Si nos pusiéramos en el caso de que hubiera conseguido los apoyos de nacionalistas e independentistas, sus socios de Vox se hubieran borrado de la ecuación.
Àngels Barceló: "Nada nuevo que no hubiéramos escuchado de Casado"
El PP sigue sin salir del bucle, con un solo argumento al que los populares llevan dando vueltas hace ya mucho tiempo, demasiado para ellos.
Àngels Barceló: "Alfonso Guerra es otro que no entendió nada, pero nosotras a él sí lo entendimos"
Porque sí, porque lo de Rubiales no fue ni es un caso aislado, no fue el caso de un solo 'machito' que no se había dado cuenta de que a su alrededor la vida no era la misma. Que ya no se toleran comportamientos que muchos de ellos, como Rubiales, llevan décadas practicando. No, los tiempos son otros, ni picos, ni palmadas en el culo, ni abusos de poder, ni discriminación, ni comentarios asquerosos, todo esto ya lo saben, se acabó. Y decía que Rubiales no es un caso aislado porque ayer por la mañana, en plena entrevista televisiva, el ex dirigente socialista Alfonso Guerra soltó esto hablando de la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz.
Otro que no ha entendido absolutamente nada. Dicen los que le conocen que ya era así de joven, o sea, que es otro que no se ha dado cuenta de que la sociedad ya no es la misma, que nosotras no somos las mismas. Su anclaje en el pasado ya es suficientemente cuestionable en sus posicionamientos políticos, porque esa España que él rememora y añora es otra muy diferente, con otros problemas y con otros dirigentes para hacerles frente. Pero él, y otros, aposentados sobre sus privilegios y su modo de vida, viven aterrorizados ante la posibilidad de que las cosas cambien. Pero cambian y cuando los cambios son beneficios para los ciudadanos o los entiendes y los compartes o te quedas fuera. Guerra es otro de los que no ha entendido nada, pero nosotras a él lo hemos entendido perfectamente.
Àngels Barceló: "Nadie quiere acercarse al PP"
Sánchez parece disfrutar con la incapacidad del PP para cerrar acuerdos con nadie, situación a la que ha llegado Feijóo solito y sin que nadie le empujara. Sus acuerdos con la extrema derecha han convertido al PP en un partido al que nadie quiere acercarse.